domingo, 27 de marzo de 2011

La alegoría de Truman. Lectura de The Truman show desde la Alegoría de la caverna de Platón, por Lucas DeStasio

En busca de la verdad

El filósofo griego Platón, al principio del VII libro de La República (ver anexo), nos presenta la alegoría de la caverna, también conocida como el mito de la caverna. Dicha alegoría nos muestra, mediante una explicación metafórica, la relación del ser humano con respecto al conocimiento. Se trata de un espacio cavernoso, en el cual un grupo de hombres que han sido prisioneros desde su nacimiento se encuentran encadenados y obligados a mirar constantemente una pared en el fondo de la caverna. En la pared se ven imágenes que son provenientes de las sombras que otorgan otros hombres, con el uso de figuras, que son reflejadas gracias a la luz de una fogata.
Los hombres encadenados consideran como verdad las sombras de los objetos. Pero sin embargo, estas proyecciones dentro de su mundo son solamente apariencias de la realidad. Platón continúa su narración expresando lo que ocurriría si uno de esos hombres fuese liberado y obligado a dirigirse hacia la luz de la hoguera, contemplando una nueva realidad. Ésta realidad es la causa de la primer impresión de realidad de los hombres, que era compuesta solamente de apariencias sensibles. Luego de que el hombre se encuentra con esta nueva realidad, se ve nuevamente obligado, pero esta vez, al salir de la caverna, se encuentra con una nueva realidad, comienza a apreciar las cosas del mundo exterior, tales como plantas, árboles, hombres, etc. En este caso, la realidad que está siendo vista pertenece al mundo inteligible.
La alegoría finaliza cuando el hombre que salió, vuelve a entrar a la caverna, en busca de sus compañeros, para liberarlos de su encierro. Platón afirma en este punto que los hombres que se encuentran dentro de la caverna se reirían de ese hombre e incluso intentarían matarlo.

The Truman Show es una película aventurada, provocativa e incluso atrevida. En la misma, el personaje de Truman no se da cuenta de que su vecindario es un gigantesco set de filmación manejado por un poderoso productor. Toda la película gira en torno al programa de televisión The Truman Show. El programa se trata de la vida de Truman, que se desenvuelve y acciona como una
persona común. Toda su vida estaba siendo filmada, desde su nacimiento y durante las 24 horas del día, todos los días. Era vista por millones de personas seguidoras del programa, y por consiguiente, de su vida. Pero con el pasar del tiempo, Truman comienza a sospechar, y empieza una búsqueda desesperada de su verdad.

Este trabajo se propone establecer relaciones entre la alegoría de la caverna propuesta por Platón (ver anexo) y la película estadounidense The Truman Show. ¿Cuáles son las diferencias y similitudes entre el mito de la caverna y la película? ¿Qué pasa cuando un sujeto queda “alienado” al deseo del “otro”, sin poder darse cuenta de esto?
Análisis del mito de la caverna de Platón
En el libro VII de “República” (ver anexo), Platón presenta el mito de la caverna. Es, sin duda, el mito más importante y conocido de este autor. Platón dice expresamente que el mito quiere ser una metáfora “de nuestra naturaleza respecto de su educación y de su falta de educación”, es decir, sirve para ilustrar cuestiones relativas a la teoría del conocimiento. La descripción del mito tal y como lo narra Platón en “República” se articula en varias partes:

Situación de los prisioneros
Platón nos plantea imaginarnos a nosotros mismos como prisioneros que habitamos una caverna subterránea. Estos prisioneros están encadenados desde niños y sólo pueden ver y mirar el fondo de la caverna. Detrás de ellos hay fuego, que es el encargado de iluminar el lugar. Entre el fuego y los prisioneros hay un camino más alto al borde del cual se encuentra una pared. Por el camino se encuentran individuos que se encargan de portar unas esculturas representativas de distintos objetos; unos figuras de animales, otros de árboles y objetos artificiales, etc. Por lo tanto, en la pared, se ven reflejadas las sombras de los objetos portados por dichos individuos. En esta situación los prisioneros sólo creerán como verdadero lo reflejado por las sombras, y eso sería su realidad.

Liberación del prisionero
Supongamos, dice Platón, que a uno de los prisioneros, “de acuerdo con su naturaleza” le liberásemos y obligásemos a levantarse, volver hacia la luz y mirar hacia el otro lado de la caverna. El prisionero sería incapaz de percibir las cosas cuyas sombras había visto antes. Se encontraría confuso y creería que las sombras que antes percibía son más verdaderas o reales que las cosas que ahora ve. Si se le forzara a mirar hacia la luz misma le dolerían los ojos y trataría de volver su mirada hacia los objetos antes percibidos.
Si a la fuerza se le arrastrara hacia el exterior sentiría dolor y, acostumbrado a la oscuridad, no podría percibir nada. En el mundo exterior le sería más fácil mirar primero las sombras, después los reflejos de los hombres y de los objetos en el agua, luego los hombres y los objetos mismos. A continuación contemplaría de noche lo que hay en el cielo y la luz de los astros y la luna. Finalmente percibiría el sol, pero no en imágenes sino en sí y por sí. Después de esto concluiría, con respecto al sol, que es lo que produce las estaciones y los años, que gobierna todo en el ámbito visible y que de algún modo es causa de las cosas que ellos habían visto.
Regreso del prisionero al mundo cavernoso
Si el prisionero volviera a ocupar su lugar en el espacio subterráneo, sería incapaz de discriminar las sombras, y los demás se reirían y burlarían de él. No valdría la pena, según los prisioneros, marcharse y descubrir el mundo fuera de la caverna. Si intentase desatarlos y conducirlos hacia la luz se burlarían de él, lo perseguirían y lo matarían.
Análisis de The Truman Show
En esta película, el protagonista es involuntariamente el personaje principal de un reality show muy particular. Desde el primer día de su vida, todo lo que le sucede estaba estipulado por el productor del programa y llevado a cabo por actores que se encargaban en cierta forma de “manipular” al personaje de Truman (protagonista de la película). Mientras tanto, en todo momento está siendo filmado y sus reacciones son transmitidas en directo por el programa de televisión de mayor “rating”, precisamente The Truman Show. Cristof (el productor del programa) creó un mundo para Truman. Truman es constantemente engañado, sus amigos, su familia se desempeñan en base a un guión, y no permiten a Truman ser realmente libre. Truman no cuestiona algunas circunstancias muy sospechosas de la vida que le es impuesta, simplemente porque nadie a su alrededor las cuestiona tampoco. Su esposa (Meryl) o su amigo (Marlon) realizaban propagandas al momento de consumir o utilizar un producto. Casi desde el comienzo de la película nos damos cuenta de que la principal aspiración de Truman es viajar, explorar, conocer algo nuevo. Dicha aspiración se le presenta muy difícil de realizar. Los vuelos “supuestamente” estaban cancelados, la única forma de llegar a las islas Fidji (para Truman) era por agua. El miedo, en la forma de una fobia al agua, al océano, que le es inculcada a Truman desde muy chico para poder luego manipularlo, es la última barrera que tiene que superar para poder alcanzar la libertad. La fobia comienza cuando Truman en un paseo en bote con su padre, luego de un gran oleaje, lo pierde. Cristof, luego de muchos años, decide establecer un encuentro entre padre e hijo. Truman cada vez comienza a sospechar más y más, muchos acontecimientos extraños lo llevan a pensar que algo no es normal, parecía que todo giraba alrededor de él. Un día Truman, cansado de todo lo que le decían sus amigos y sus familiares, decide escapar, desconcertando a los productores del programa, que a pesar de tener numerosas cámaras en el gigantesco set de filmación, habían perdido completamente el rastro de Truman. Allí es cuando Cristof toma una decisión polémica. Cristof pide que se “haga la luz”, a pesar de que era de noche, el sol apareció y comenzó a brillar. En ese momento, pudieron rastrear a Truman, y ver cómo se desempeñaba en ese importante momento de su vida. Cristof decide detener por la fuerza a Truman, estableciendo una serie de olas gigantescas en el océano. Truman valientemente se enfrenta a las olas, y a pesar de sus miedos sigue adelante. Allí es cuando se encuentra con una gigantesca pared, que emulaba ser el cielo. Truman desespera y comienza a golpear con fuerza al “cielo”. Luego encuentra una escalera, la sube. Cristof decide dialogar con Truman y contarle la verdad. Truman se despide del público, da una media vuelta y abre la puerta que le permite escapar, por primera vez en su vida, del set de filmación en el que estuvo viviendo por tantos años.
La película presenta una gran cantidad de datos curiosos que son los que hacen dudar a Truman del lugar y las personas con las que se está desempeñando en su vida cotidiana:
Ejemplos: Truman encuentra a Sylvia, de jóvenes, van a la playa y llega un señor diciendo que es su hija y que está loca, que nada de lo que dijo es cierto.
Cuando recuerda la muerte de su padre en el mar, que él quería salir a explorar, esto lo traumó y le causó un fuerte pánico al mar.
Va por la calle, y ve a su supuesto padre muerto, sin embargo otras personas se lo llevan.
Se encuentra sentado dentro de su auto, observando lo que sucede en la calle, se percata que pasan las mismas cosas, una y otra vez.
Observa una foto del día de su boda, están él y su esposa Meryl y ella tiene los dedos cruzados. Después él le dice a ella: cruzaré los dedos por ti, como ironía.
Truman se escapa, nadie lo encuentra, lo buscan por todos lados y lo encuentran en el mar. Intentan detenerlo con cambios climáticos falsos, como tormentas.
Truman llega al fin del set y encuentra unas escaleras y una puerta, allí, Cristof habla con él intentando convencerlo de que no se vaya, pero no lo logra.
Truman se despide con su frase repetida en varias ocasiones durante el desarrollo de la película: “Por si no nos vemos luego, buenos días, buenas tardes y buenas noches”.

The Truman Show y la alegoría de la caverna

En la película, el mundo y la vida de Truman son manejados por el personaje de Cristof . Truman estaba inmerso en un mundo falso, rodeado de actores, en un programa en el que él era el protagonista sin siquiera saberlo. Todo aparentaba ser normal, pero no lo era. Hasta este punto ya podemos establecer variadas relaciones entre la película y la alegoría de la caverna. Truman sería una especie de prisionero, la caverna estaría representando al mundo que el productor creo para Truman. “Le di a Truman la oportunidad de vivir una vida normal, el mundo en el que usted vive es un lugar enfermizo, Seaheaven es como debería ser el mundo.” (Cristof). “No es un actor, es un prisionero” (Silvia).
Truman es un hombre atrapado en una realidad impuesta, el cree lo que ve, vive en un mundo “irreal”. Cuando alguien del mundo “real”, tales como amigos o familiares, le comenta la verdad, el se niega a creerles. Esto mismo sucede en la alegoría de la caverna, cuando el prisionero que se había escapado de la caverna, regresa y cuenta lo sucedido a lo demás prisioneros, éstos no lo entienden y no
pueden llegar a creerle. Tanto los prisioneros como Truman se encuentran en un estado de ignorancia. Truman se encuentra encadenado al mundo que Cristof creó para él. Aunque vive en su mundo, sin dudar de la aparente realidad, la idea
de Truman es viajar. Pero los creadores del programa impusieron en Truman el miedo al agua, simulando la muerte de su padre en un accidente mientras navegaba en compañía de su hijo. Luego de tanto tiempo creyendo todo lo que veía, Truman comienza a dudar por una serie de acontecimientos, tales como la caída de un pequeño foco del cielo, la aparición de su padre como un vagabundo en donde al instante aparecen otras personas sospechosamente para llevárselo, el hecho de sentirse observado cuando intenta salir de una rutina muy marcada, y sobre todo cuando Silvia (la chica de la que está enamorado), le advierte que es todo un montaje y que escape de allí cuanto antes. Allí es donde Truman comienza a darse cuenta y sospecha que algo no es tan normal como parecía. Comienza de a poco a planificar su fuga y decide enfrentar uno de sus mayores miedos: el agua. Decide emprender su viaje a Fidji, y a pesar de los intentos de Cristof por detener a Truman, como por ejemplo cuando pide un mayor oleaje intentando avocar al temor del personaje, esperando que regrese, Truman llega a un extremo de su mundo. Truman choca con su barco contra una escenografía
con la imagen del cielo. Truman primero se sorprende y luego se desespera y comienza a golpear con fuerza “al cielo dibujado en una pared”. Sorpresivamente se encuentra con una escalera que formaba parte del “cielo” y comienza lentamente a ascenderla. Allí es donde Cristof comienza a dialogar con Truman:

Director: Truman...
Truman: ¿Quién eres?
Director: El creador de un programa de TV. que da esperanza, dicha e inspiración a millones de personas.
Truman: (por un instante se queda pensativo) ¿Quién soy yo?
Director: La estrella.
Truman: ¿Nada de esto fue real? (se da la vuelta como para salir)
Director: Escúchame, Truman, ya no hay más verdad ahí que el mundo que yo cree para ti. Las mismas mentiras, el mismo engaño pero en un mundo donde no tienes nada que temer. Te conozco más de lo que tú te conoces a ti mismo...
Truman: ¡Nunca pusiste una cámara dentro de mi cabeza!
Director: Tienes miedo por eso no puedes irte. Esta bien. Comprendo. Te he observado toda tu vida, cuando naciste, cuando diste tu primer paso, tu primer día de escuela, cuando perdiste tu primer diente; no puedes irte, tú perteneces aquí.
(Truman permanece en silencio y de espaldas mirando hacia la salida)
Director: ¡Háblame, di algo, estás en TV., todo el mundo te ve en vivo y en directo!
Truman: (pasan unos segundos, se da vuelta sonriente, hace una genuflexión) En caso de que no los vea: ¡Buenos Días, Buenas Tardes, y Buenas Noches! (ese era su usual saludo de todas las mañanas, durante 38 años, frente a sus mismos vecinos. Gira hacia la puerta de salida y se va).

Truman se dirige hacia lo desconocido, como cuando el prisionero (en la alegoría de Platón) se desprende de sus cadenas, para ver que hay más allá de ese mundo. Tanto Truman como el prisionero de la caverna alcanzan la libertad, luego de haber estado por mucho tiempo creyendo todo lo que ven o les muestran. Truman y los prisioneros al ser liberados de ese mundo de las cosas sensibles, ingresan al mundo inteligible. A este mundo, según Platón sólo se puede llegar mediante el uso de la razón. El mundo inteligible es la auténtica verdad. Tanto en la película como en la alegoría las cosas sensibles se encuentran en el mundo interno, y las cosas inteligibles se establecen en el mundo externo. Las características del mundo sensible son su carácter temporal, cambiante y corrompible. En cambio, el mundo de las cosas inteligibles es el que se alcanza sin el uso de los sentidos y este mundo es el de la autentica realidad. Truman decide traspasar la puerta e ir en busca de su verdad, dirigiéndose hacia la oscuridad, hacia lo desconocido. Representa en cierta forma, esa necesidad del ser humano de entender nuestro sentido en este mundo, de buscar nuestra propia identidad y luchar hasta verdaderamente encontrarla. El ser humano constantemente se hace preguntas a cerca de los por qué de la vida, y en la mayoría de los casos esas preguntas no logran ser respondidas en forma racional. Truman supo escapar de un mundo que fue minuciosamente creado para él. A diferencia del prisionero en la alegoría de la caverna, Truman debió ir en busca de su verdad, se esforzó por encontrarla, y al final de la película demuestra su valentía escapando ante los ojos del mundo, del lugar donde vivió durante toda su vida.
Conclusión final
Si bien la película nos muestra la escapatoria de Truman, nos deja una especie de final abierto, ya que no podemos ver hacia donde se dirige Truman. Lo que realiza Truman es una especie de pasaje desde el mundo irreal hacia el mundo real.
A diferencia de los prisioneros de la caverna, Truman, no es ningún momento forzado a escapar del mundo en el que se desenvolvía, sino que las personas a su alrededor en todo momento intentaban de convencerlo de que lo que estaba viviendo era completamente “normal”. Truman entonces debió esforzarse para llegar a comprender las cosas que en su vida no tenían un por qué, y en ningún momento fue forzado a ver la realidad, como sucede, según Platón en la alegoría de la caverna.
Truman representa a esa persona que quiere saber aún más de lo que nos muestran las “proyecciones de nuestra vida”, al comenzar a dudar en su cotidiana rutina se dio cuenta que algo no marchaba bien, estaba siendo ferozmente manipulado por un poderoso productor, que lo utilizaba a su antojo, y obtenía los beneficios mediante el “rating” que el programa ocasionaba alrededor de todo el mundo.
Pero cuando Truman se encuentra, casi al final de la película, con ese enorme cielo pintado en una pared, sería como una “proyección” del verdadero cielo, es decir, Cristof creó para Truman una brillante y casi perfecta proyección del mundo en el que todos vivimos. En este punto podemos decir que la vida de Truman era muy similar a la de los prisioneros en la caverna de Platón, sólo podían ver las imágenes que eran mostradas por las sombras de los objetos, Cristof sería como el encargado de difundir, caminando por los pasillos de la caverna, las imágenes que Truman era el encargado de visualizar.
Sus amigos, familiares y personas que rodeaban a Truman tenían una estrecha relación con el resto de los prisioneros que se encontraban en la caverna cuando el prisionero liberado regresaba a la misma. Cuando Truman pretendía conocer que había más allá de lo que sus ojos podían ver, sus personas allegadas constantemente advertían que eso era absurdo. Una situación similar sucede cuando el prisionero que fue liberado regresa a la caverna para contar su experiencia a sus compañeros, recibe burlas por parte de ellos.
El azar jugó un papel muy importante en la vida de Truman, quizás por nacer en el momento y lugar justo, fue seleccionado como la estrella de un “reality show” donde él no era conciente de su participación.
Truman se encuentra atrapado en una especie de Gran Hermano, en donde sin saber estaba siendo visto y sus actitudes eran difundidas por televisión en varios países.
El mundo de Truman es una “gran caverna” creada por Cristof que actúa como una especie de Dios en la vida del héroe (como el poderoso productor menciona en ciertas ocasiones refiriéndose a Truman).
Truman nunca bajó los brazos, siempre estuvo preocupado por cumplir sus sueños realidad e ir en busca de su verdad, más allá de las piedras que aparecen en el camino, Truman supo evadirlas con coraje, enfrentando sus miedos, con el fin de alcanzar sus objetivos.
El amor también jugó un rol importante en la vida de Truman, siempre estuvo completamente enamorado de Silvia, a pesar de que los productores del programas decidieran casarlo con Meryl, el gran amor en la vida de Truman fue Silvia, y al final de la película cuando Truman escapa, parecería que la “estrella” del “reality” se va a encontrar con ese amor incondicional que siempre estuvo buscando.
También puede decirse que la verdad en la vida de Truman y en la alegoría de la caverna cumple un rol esencial, pero, ¿qué es la verdad?
El concepto de verdad tiene diversos significados: en lógica se opone a contradicción, en epistemología se opone a error, en ontología se opone a falsedad y en ética se opone a mentira. En la filosofía clásica la verdad coincide con aquello que realmente es, coincide con la verdad de una cosa. En la filosofía contemporánea, la verdad puede verse como la adecuación entre lo mentado y lo dado (Edmund Husserl) o puede aplicarse el concepto de verdad a las ideas según sea su utilidad y no a los objetos: no rige en el plano metafísico (William James).
“La naturaleza ha puesto en nuestras mentes un insaciable deseo de verdad”. (Cicerón)
Con esta frase se demuestra que las acciones de Truman en la película, no son ni más ni menos que nuestras acciones en la vida cotidiana. Siempre el ser humano emprende una búsqueda de su verdad, entender muchas cosas que la vida nos ofrece no es siempre tarea fácil, pero es allí en donde la persona debe hacerse fuerte y llegar hasta las últimas consecuencias, como diría Platón, alcanzar el mundo de las ideas inteligibles.
“La verdad no puede apartarse de la naturaleza humana. Si lo que consideramos verdad se aparta de la naturaleza humana, entonces no puede ser verdad”. (Confucio)
El mundo en el que vivía Truman se apartaba de la naturaleza humana, lo que sucedía dentro de ese mundo nunca podría ser considerado como una verdad absoluta, ya que, estaba atrapado en un mundo repleto de actores que fingían ser algo que realmente no lo eran, y pretendían confundir a Truman mediante una “apariencia de la verdad”, como sucede en la alegoría de la caverna, donde los prisioneros son engañados mediante una serie de sombras, que solamente son unas apariencia de la realidad, pero no son la verdad absoluta.
“El que busca la verdad corre el riesgo de encontrarla”. (Isabel Allende)
“Nunca se alcanza la verdad total, ni nunca se está totalmente alejado de ella”. (Aristóteles)
Truman y el prisionero de la caverna supuestamente encuentran la verdad, a pesar de que nadie en este mundo es capaz de encontrar una verdad absoluta, podríamos decir que lo que han encontrado está mucho más cerca de la palabra verdad. Mucho más cerca, ahora que escapó (en el caso de Truman), o fue obligado a escapar (en el caso del prisionero) de lo que estaban antes, dentro de ese mundo repleto de apariencias.


Anexo.
El mito de la caverna (República, VII).

El libro VII de la República comienza con la exposición del conocido mito de la caverna, que utiliza Platón como explicación alegórica de la situación en la que se encuentra el hombre respecto al conocimiento, según la teoría explicada al final del libro VI.
I - Y a continuación -seguí-, compara con la siguiente escena el estado en que, con respecto a la educación o a la falta de ella, se halla nuestra naturaleza.

Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna, y unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello, de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia adelante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior, y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto, a lo largo del cual suponte que ha sido construido un tabiquillo parecido a las mamparas que se alzan entre los titiriteros y el público, por encima de las cuales exhiben aquellos sus maravillas.
- Ya lo veo-dijo.
- Pues bien, ve ahora, a lo largo de esa paredilla, unos hombres que transportan toda clase de objetos, cuya altura sobrepasa la de la pared, y estatuas de hombres o animales hechas de piedra y de madera y de toda clase de materias; entre estos portadores habrá, como es natural, unos que vayan hablando y otros que estén callados.
- ¡Qué extraña escena describes -dijo- y qué extraños prisioneros!
- Iguales que nosotros-dije-, porque en primer lugar, ¿crees que los que están así han visto otra cosa de sí mismos o de sus compañeros sino las sombras proyectadas por el fuego sobre la parte de la caverna que está frente a ellos?
- ¿Cómo--dijo-, si durante toda su vida han sido obligados a mantener inmóviles las cabezas?
- ¿Y de los objetos transportados? ¿No habrán visto lo mismo?
- ¿Qué otra cosa van a ver?
- Y si pudieran hablar los unos con los otros, ¿no piensas que creerían estar refiriéndose a aquellas sombras que veían pasar ante ellos?
- Forzosamente.
- ¿Y si la prisión tuviese un eco que viniera de la parte de enfrente? ¿Piensas que, cada vez que hablara alguno de los que pasaban, creerían ellos que lo que hablaba era otra cosa sino la sombra que veían pasar?
- No, ¡por Zeus!- dijo.
- Entonces no hay duda-dije yo-de que los tales no tendrán por real ninguna otra cosa más que las sombras de los objetos fabricados.
- Es enteramente forzoso-dijo.
- Examina, pues -dije-, qué pasaría si fueran liberados de sus cadenas y curados de su ignorancia, y si, conforme a naturaleza, les ocurriera lo siguiente. Cuando uno de ellos fuera desatado y obligado a levantarse súbitamente y a volver el cuello y a andar y a mirar a la luz, y cuando, al hacer todo esto, sintiera dolor y, por causa de las chiribitas, no fuera capaz de ver aquellos objetos cuyas sombras veía antes, ¿qué crees que contestaría si le dijera d alguien que antes no veía más que sombras inanes y que es ahora cuando, hallándose más cerca de la realidad y vuelto de cara a objetos más reales, goza de una visión más verdadera, y si fuera mostrándole los objetos que pasan y obligándole a contestar a sus preguntas acerca de qué es cada uno de ellos? ¿No crees que estaría perplejo y que lo que antes había contemplado le parecería más verdadero que lo que entonces se le mostraba?
- Mucho más-dijo.
II. -Y si se le obligara a fijar su vista en la luz misma, ¿no crees que le dolerían los ojos y que se escaparía, volviéndose hacia aquellos objetos que puede contemplar, y que consideraría qué éstos, son realmente más claros que los que le muestra .?
- Así es -dijo.
- Y si se lo llevaran de allí a la fuerza--dije-, obligándole a recorrer la áspera y escarpada subida, y no le dejaran antes de haberle arrastrado hasta la luz del sol, ¿no crees que sufriría y llevaría a mal el ser arrastrado, y que, una vez llegado a la luz, tendría los ojos tan llenos de ella que no sería capaz de ver ni una sola de las cosas a las que ahora llamamos verdaderas?
- No, no sería capaz -dijo-, al menos por el momento.
- Necesitaría acostumbrarse, creo yo, para poder llegar a ver las cosas de arriba. Lo que vería más fácilmente serían, ante todo, las sombras; luego, las imágenes de hombres y de otros objetos reflejados en las aguas, y más tarde, los objetos mismos. Y después de esto le sería más fácil el contemplar de noche las cosas del cielo y el cielo mismo, fijando su vista en la luz de las estrellas y la luna, que el ver de día el sol y lo que le es propio.
- ¿Cómo no?
- Y por último, creo yo, sería el sol, pero no sus imágenes reflejadas en las aguas ni en otro lugar ajeno a él, sino el propio sol en su propio dominio y tal cual es en sí mismo, lo que. él estaría en condiciones de mirar y contemplar.
- Necesariamente -dijo.
- Y después de esto, colegiría ya con respecto al sol que es él quien produce las estaciones y los años y gobierna todo lo de la región visible, y que es, en cierto modo, el autor de todas aquellas cosas que ellos veían.
- Es evidente -dijo- que después de aquello vendría a pensar en eso otro.
- ¿Y qué? Cuando se acordara de su anterior habitación y de la ciencia de allí y de sus antiguos compañeros de cárcel, ¿no crees que se consideraría feliz por haber cambiado y que les compadecería a ellos?
- Efectivamente.
- Y si hubiese habido entre ellos algunos honores o alabanzas o recompensas que concedieran los unos a aquellos otros que, por discernir con mayor penetración las sombras que pasaban y acordarse mejor de cuáles de entre ellas eran las que solían pasar delante o detrás o junto con otras, fuesen más capaces que nadie de profetizar, basados en ello, lo que iba a suceder, ¿crees que sentiría aquél nostalgia de estas cosas o que envidiaría a quienes gozaran de honores y poderes entre aquellos, o bien que le ocurriría lo de Homero, es decir, que preferiría decididamente "trabajar la tierra al servicio de otro hombre sin patrimonio" o sufrir cualquier otro destino antes que vivir en aquel mundo de lo opinable?
- Eso es lo que creo yo -dijo -: que preferiría cualquier otro destino antes que aquella vida.
- Ahora fíjate en esto -dije-: si, vuelto el tal allá abajo, ocupase de nuevo el mismo asiento, ¿no crees que se le llenarían los ojos de tinieblas, como a quien deja súbitamente la luz del sol?
- Ciertamente -dijo.
- Y si tuviese que competir de nuevo con los que habían permanecido constantemente encadenados, opinando acerca de las sombras aquellas que, por no habérsele asentado todavía los ojos, ve con dificultad -y no sería muy corto el tiempo que necesitara para acostumbrarse-, ¿no daría que reír y no se diría de él que, por haber subido arriba, ha vuelto con los ojos estropeados, y que no vale la pena ni aun de intentar una semejante ascensión? ¿Y no matarían; si encontraban manera de echarle mano y matarle, a quien intentara desatarles y hacerles subir?.
- Claro que sí -dijo.
III. -Pues bien -dije-, esta imagen hay que aplicarla toda ella, ¡oh amigo Glaucón!, a lo que se ha dicho antes; hay que comparar la región revelada por medio de la vista con la vivienda-prisión, y la luz del fuego que hay en ella, con el poder del sol. En cuanto a la subida al mundo de arriba y a la contemplación de las cosas de éste, si las comparas con la ascensión del alma hasta la. región inteligible no errarás con respecto a mi vislumbre, que es lo que tú deseas conocer, y que sólo la divinidad sabe si por acaso está en lo cierto. En fin, he aquí lo que a mí me parece: en el mundo inteligible lo último que se percibe, y con trabajo, es la idea del bien, pero, una vez percibida, hay que colegir que ella es la causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas las cosas; que, mientras en el mundo visible ha engendrado la luz y al soberano de ésta, en el inteligible es ella la soberana y productora de verdad y conocimiento, y que tiene por fuerza que verla quien quiera proceder sabiamente en su vida privada o pública.
- También yo estoy de acuerdo -dijo-, en el grado en que puedo estarlo.

Bibliografía

• Platón, La República VII (El mito de la caverna),Atenas, (514a-521c).
• The Truman Show(Drama),Peter Weir, Jim Carrey, Ed Harris, Estados Unidos, Paramount Pictures, 1998,(102min).
• http://www.transparencynow.com/truman.htm
• http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiagriega/Platon/MitodelaCaverna.htm
• http://www.webdianoia.com/platon/textos/platon_caverna.htm
• http://www.proverbia.net/citastema.asp?tematica=76


Índice

• Introducción: págs. 1 y 2.
• Análisis del mito de la caverna de Platón: págs. 2, 3 y 4.
• Análisis de The Truman Show: págs. 4, 5 y 6.
• Relaciones entre las obras: págs. 6, 7, 8 y 9.
• Conclusión final: págs. 9, 10, 11 y 12.

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