domingo, 27 de marzo de 2011

La niñez, una etapa y dos realidades. Análisis de la construcción de la realidad: El niño con el pijama a rayas y La vida es bella, por Silvana Veras

Si bien la infancia es una etapa por la cual pasan todos los sujetos, de ella se tienen recuerdos frágiles, pasajeros o simplemente nebulosos, pero al fin y al cabo es importante en nuestro desarrollo humano. En dicho periodo, no importa cuál sea el sistema gubernamental y no porque carezca de importancia para la sociedad, sino porque no se es consciente de lo que esto implique.
Y entender que el concepto de infancia varía considerablemente a lo largo de la historia y en las diversas sociedades y culturas, es lo que le dará solidez, al análisis. Porque lo que nos propondremos será exponer la metodología concebida por los padres para alejar de la realidad a sus niños. Aunque esto sucede en todos los planos históricos, en este artículo nos dedicaremos a analizar la infancia en ꞌtiempos de guerraꞌ, ya que ambas películas se sitúan en pleno apogeo de la Segunda Guerra Mundial .
Dicho esto, expondremos como los padres de un mismo periodo, por el hecho de tener orígenes diferentes, ofrecen técnicas con un mismo fin, pero totalmente asimétricas. En El niño con el pijama a rayas, tenemos dos realidades, se exhibe la vivencia de un niño hijo de padre nazi y de otro con padre judío, he aquí donde se explicará no solo la relación padre-hijo, sino también la de ambos niños, exentos de prejuicios, pero con trabas, propiamente sociales, que los inhiben a una relación libre. A diferencia del filme La vida es bella donde nos basaremos explícitamente en la relación padre-hijo, aquí el afán del padre por alejar al pequeño de la guerra, es lo que dará que hablar, ya que expone en totalidad la ingenuidad del niño, frente a lo que ocurre.
Sinopsis informativa.
El niño con el pijama a rayas.
La película es una adaptación de la novela del mismo nombre de John Boyne. Narra la fascinante historia de una inverosímil amistad entre dos chicos que viven a ambos lado de la alambrada de un campo de concentración. Berlín, 1942 - Bruno tiene nueve años y desconoce totalmente el significado de la Solución Final y del Holocausto . No es consciente de las pavorosas crueldades que su país está infligiendo a los pueblos de Europa. Todo lo que sabe es que su padre ha ascendido en su trabajo y que ha pasado de vivir en una confortable casa de Berlín a una zona aislada en la que no hay mucho que hacer y sobre todo nadie con quien jugar. Pero todo cambia cuando conoce a Shmuel, un chico que vive una extraña existencia paralela al otro lado de la alambrada y que, como todos los que habitan allí, viste un uniforme similar a un pijama de rayas. La amistad de Bruno con Shmuel marcará el fin de su inocencia infantil. Sus encuentros secretos desembocan en una amistad cuyas consecuencias serán asombrosas y devastadoras.
La vida es bella.
Unos años antes de que comience la Segunda Guerra Mundial, un joven llamado Guido llega a un pequeño pueblo de la Toscana italiana con la intención de abrir una librería. Allí conocerá a Dora, la prometida del fascista Ferruccio, con la que conseguirá casarse y tener un hijo. Con la llegada de la guerra los tres serán internados en un campo de concentración, donde Guido hará lo imposible para hacer creer a su hijo que la terrible situación que están padeciendo es tan sólo un juego.
Simetría en las películas “El niño con el pijama a rayas” y “La vida es bella.”

En primer lugar, coinciden en que se encuentran en pleno apogeo de la segunda guerra mundial, por lo que pertenecen a un mismo esquema. Y aunque el escenario de ambas se relaciona, ya que son países pertenecientes a una misma Potencia, la del Eje , los mandatos ocurridos, los de Adolf Hitler y Benito Mussolini -países bajo los fundamentos de la ideología totalitaria del nazismo y fascismo, respectivamente- no hace que se exenten de englobarlas en lo que representa a aquel genocidio. Así mismo la presentación de ambas, expone una visión perspicaz de lo que ocurrió en aquel tiempo, pudiendo ser parte a la distancia de dicho sufrimiento, lo que da lugar a un razonamiento más frívolo de aquel momento histórico.

Otro rasgo, que ambas poseen es la inocencia innata en los niños. La misma, da a pensar en que nos imponemos a un factor indispensable, para una pasantía feliz, de lo que abarca la infancia. Aunque es algo que se pierde, pero no por completo, con el paso de los años. La presencia, de este elemento en la película, es lo que torna la opinión de cualquier crítico a un punto más débil, porque llama al pasado e invita al especular reflexivo ¿Acaso no fuimos muchos los que en nuestra infancia pasamos por tanto y ni siquiera lo notamos? No solo ocurre en pleno apogeo, esto pasa y mayormente por la razón que muchos pretenden hasta implementarlo con sus propios hijos ¿Qué ideal más deseado que el de la felicidad? Si bien no es algo que se cree tener al alcance fácilmente, es lo que lleva, en el caso de ambas películas al poco interés de interiorizar al pequeño bajo qué régimen se encuentra.

Así mismo, un carácter que podemos encontrar es también la reacción de los niños, frente a lo desconocido. Ejemplo claro es la convivencia con los campos de exterminio . Aunque el parámetro de ambos, abarca un mismo escenario, nuevamente juega la ingenuidad. Da una mirada a esa cruel realidad, con ojos más honestos, que ni en lo más profundo se regocijan en prejuicios o crueldad.
Mismo la simpleza que muestran, es la que lleva a pensar en la metodología intrépida que utilizan los padres para que no pierdan esa característica innata.

Otro componente presentado en las películas, es lo referido con la relación niño – juego. Aquí es donde ellos dejan volar su imaginación y emprenden su mundo, el buscado. Si bien en ambos casos son basados en temáticas diferentes, es la creencia de sentirse otro, lo que los impulsa a seguir. Por ejemplo: en El niño con el pijama a rayas, el pequeño Bruno es inspirado por su afán a investigar, a ir más allá de lo que se le es permitido, similitud con La vida es bella, en donde Josué hace caso a las reglas que el padre le impone para poder ganar su tan deseado tanque.

Y por último, es la relación padres – niños: la clave de ambas tramas. Dichos progenitores, se esfuerzan en hacerles un pasar libre de creencias que los involucren con la guerra. Si bien las metodologías utilizadas son diferentes, tienen un mismo fin. Esto se relaciona con la educación que ellos les dan a sus hijos, donde más allá de cualquier información que tengan a su alcance, lo que pretenden es procurar una vuelta de página a aquel holocausto. Así es como el desenlace se va tornando oscuro, ya que por más que lo intenten, de manera alguna, terminan por involucrarse.

Si bien existe una correlación entre ambas películas, no se puede dejar de lado la audacia de como juegan con testimonios y los vuelcan al guion, para así volverlos una especie de archivo. Esto permite por sobre todo, ver la imagen de aquella matanza tan significativa, que marcó nuestra historia; todo esto desde la ingenuidad propia de un niño de esa época, tan impensable en la actual, por lo que eso quizás con la mentalidad de ahora, no provoque más que desagrado.

“El niño con el pijama a rayas”
Una historia, dos caras.

Esta historia nos acerca a ambas caras del apogeo, teniendo como integrantes a dos niños, por un lado el papel principal abordado por Bruno, quien representa al sector nazi (por ser su padre uno de los militares que se ocupaban de dirigir la abolición dada.) y por otro lado el de Shmuel, quien es discriminado y excluido del sistema de enseñanza formal, simboliza la cara Judía de esta historia.
Esta interacción, nos da lugar al análisis no solo personal de los niños, sino la de la amistad que enlazo sus caminos. Dicho esto, lo primordial será abordar la escasez de prejuicios, que dio lugar a la historia que comenzaron juntos.
Sin pensarlo, es como aquella falta de opinión desfavorable, deja de la niñez no solo buenos recuerdos, sino que además mientras se transita hace que se actúe de manera más noble, cuando no se hacen presente las características adquiridas durante la vida, que hasta llegan a dar un concepto erróneo, por lo que es debatible la manera en que mismo el adulto maneja la información que dispone, pero no será algo que aquí explicaremos, porque la falta de libertad del pequeño, es lo que permite al padre un papel fundamental, el de maniobrar para darle en tiempos de guerra una realidad diferente.
Los prejuicios nulos en ambos, entonces, son el factor que les permitió la interacción, ya que esto los estimuló a arrimarse a lo desconocido, a comenzar una relación fraccionada por el alambrado aunque no se les sea permitida. Aquí es donde se destaca la osadía que creía pasar Bruno, la ingenuidad que lo llevaba a actuar diferente a lo que sus padres les implementaban, ya que estos últimos le tenían prohibida la salida del perímetro que abarcaba su casa nueva, más sabiendo que podría enfrentarse con el campo y ver la realidad que, fuera de aquel mundo que intentaban idearle, se encontraba.
A esto puede sumársele las ideologías que representaban, que por más enfrentadas que en aquel momento estén, a ellos no les importaba, por el contrario, ambos tenían incorporada una lealtad que se veía en actos como los de Bruno de llevarle comida o juegos a escondidas, ya que se apenaba de que él no tenga en aquel campo que vivía; mismo campo que el padre había presentado mediante un video, el cual él vio a escondidas, a unos dirigentes, donde todo lo gris y malo que este representaba, se veía nulo y tapado con sonrisas de los judíos, mostrando una alegría de la permanencia en aquella estancia, lo que no hizo más que confundir los conceptos que tenía.
Mismo cuando frente a un militante Bruno niega conocerlo , dolido le dice que quería hacer algo para reparar aquel daño que le ocasiono, esto muestra actos de nobleza y amistad presente más allá de todo. Aunque este mismo acto le permitirá descubrir los paisajes y las víctimas del exterminio sin llegar a comprender realmente, debido a su infantil inocencia, la verdadera naturaleza de lo que está viendo y con lo que se atreve incluso a jugar, lo que hace que termine como muchas personas que estaban allí: a punto de morir por culpa de la arrogancia de un par de adultos con ganas de guerra.
Dado que este examen de la película, da lugar a experimentar mismo con el libreto, una frase memorable es la de Bruno diciendo "Se supone que tú y yo no debemos ser amigos", muestra como las realidades ocurridas durante aquel holocausto se contraponen de manera tan firme que bajo la inocencia de los niños les da a pensar en lo que ocurre, motivándolos, no a involucrarse, pero si a entender el porqué de la negativa que se les implementan. Pero dicho razonar que también se retoma con la frase "Los adultos aquí son muy raros cambian mucho de opinión sobre las cosas que les gustan. Pável antes era médico y lo dejó para pelar patatas", si bien no es algo que se pueda analizar desde aquella inocencia y sacar una clara deducción, como es la de que vivía en una especie de esclavitud hasta que “su hora llegue”, es otra clave de que el ser innato, característicos de ambos personajes, los hace ver de una manera más pura aquella desgracia. Por lo que da a pensar ¿Sería más sano el mundo si estuviese gobernado por la ingenuidad del menor? Idea descabellada, pero lógica al fin.

La guerra y la infancia.
Aquí el análisis está basado en el juego con el límite del pequeño y su cercanía con la guerra, ya que el padre es un militar al frente de una de las herramientas utilizadas durante el holocausto, el campo de exterminio. Para introducirnos al tema recurriremos, nuevamente al guión, Bruno dice en un momento "él está a cargo de hacer que todo sea mejor", esta citación sobre lo que él supone su padre es, recae directamente sobre la negligencia protectora de los padres, donde se hace obvio el sobre interés que da la figura paterna al holocausto, dejándole toda la responsabilidad de educar al pequeño, a la madre. Y si bien la falla es mutua, el hecho de que la permanencia en la localidad haya sido culpa del padre, y su trabajo, es lo que da a pensar también en como influía psicológicamente al padre aquella profesión, restándole lucidez para determinar lo importante, que beneficie a la familia.
Podría mismo cuestionarse, el descuido que la madre muestra por el pequeño, ya que más allá de querer protegerlo, impidiéndole que pase la cerca que limitaba su casa, ignoraba la ausencia de Bruno, cuando concurría a los encuentros con Shmuel. Y es donde los métodos de aprendizaje empleados para el pequeño Bruno y ofrecidos por los padres, enlaza a un nuevo descuido, ya que no son capaces de ver que no muestra atención por lo que el tutor le otorga para que se involucre y conozca lo que está ocurriendo, a diferencia de su hermana que demuestra un entusiasmo por la figura de Hitler y sus políticas, fanatismo acompañado de un cambio de humor radical, que deja que desear.
Pero es el mismo desinterés el que se cobra batalla y deja de lado a los padres y sus ideologías, para otorgarle el papel principal a la cruda realidad que sabotea la vida de Bruno y Shmuel, mostrando la cara que los padres pretenden ocultarles a los pequeños. Y es que el final provoca una mirada más visceral, al holocausto, a la metodología que los padres intentaron aplicarle a la infancia de Bruno, pero que no bastó, ya que la dura realidad, hilada con la inocencia y la escasez de prejuicios llevo a un final trágico, ignorado, sabiendo que la pertenencia indirecta al partido nazi, de manera alguna evitaba una cercanía a la matanza, sino era desde el mandato.
“La vida es bella”
Una religión, saboteada a la fuerza.

En esta trama, se permite rescatar una mirada perspicaz de lo que fue la relación de los judíos, con los campos a los que se los enviaba. Cuando el narrador al comenzar la película dice: " Esta es una historia sencilla, pero no es fácil contarla. Como en una fábula, hay dolor. Y, como una fábula, está llena de maravillas y de felicidad. " ya nos da una introducción clave de con lo que nos vamos a encontrar. Y es que en esta representación del holocausto el director nos hila la comedia con la tragedia para mostrar lo que fue aquella etapa.
Lo que resulta raro, o deja que pensar es la ignorancia o mejor dicho el desinterés del personaje judío por la situación política ocurrida, ya que por más llamados que resulta percibir, a causa de tener una librería, que en parte fue la que la “delató” ya que no se tardó en catalogarla de que pertenecía a una familia judía, nunca mostro una real sabiduría de lo que podría pasarle, aunque esta se sobre exponía en la figura del tío, quien vivía bajo las crueldades de los otros partidos contrapuestos a los ideales de la sociedad judía.
Pero era clave en el personaje principal el sentido de humor, la manera vertiginosa de interactuar con la vida y lo que esta le estaba haciendo pasar, lo que le dio mejor alcance a lo que pretendía conseguir, ya que no dejo ni un segundo la “fabula”, porque el abandonarla sabía que haría que tanto el niño como su mujer, se enfrenten cara a cara con la realidad.
Y es el amor que se tenían los padres del pequeño Josué, lo que impulsó a la madre del mismo, al pedido de internación simultáneo con su familia a aquel genocidio. Es ahora, cuando realmente se procura el alejamiento del pequeño de aquella atrocidad, que por ser judío, en tiempos de holocausto, le tocó. En donde ambos padres, se ven aferrados a la idea de proponerse que el pequeño no solo sobreviva, sino que también no resulte involucrado ni en el más mínimo saber.

De la vida, al juego.

Es de valorar el papel que juega el padre en esta película, mayor alago a lo que alguien por su hijo es capaz de hacer no se puede pretender. La osadía que implementa para ni por un solo momento hacer que el pequeño sufra, o padezca algo de lo que estaba sucediendo a su alrededor, es la que llama a las mejores críticas. Qué mejor construcción de la realidad para analizar que la que podemos explicar aquí. Y es donde el dialogo forma parte nuevamente de una herramienta fundamental para la explicación más sensata de lo ocurrido:
“- Pero, ¿qué hora es? Oye, partimos según el horario previsto ¿eh? Qué organización ¿eh? Tú nunca has ido en tren. -¿Es bonito? -Es fantástico, ya verás. Dentro es todo de madera, sin asientos, todos de pie. -¿no hay asientos? -¿asientos? ¿En un tren? No hombre no, todo el mundo va de pie, todos juntos, ya se nota que nunca has subido a uno. ¿Has visto que cola hay? He podido coger los últimos billetes de milagro. Eh, vamos, vamos tío, no quiero que digan que llegamos demasiado tarde, que ya está lleno y que volvamos a casa. ¡Un momento! tenemos reserva, quietos!, guardarnos un sitio. Mira cuanta gente, venga arriba Josué, tenemos una reserva, venga vámonos.”
Un cuento creado por el padre, que se basa en lo más deseado del niño, en la búsqueda de lo nuevo, de la sorpresa. Porque esta última es utilizada para motivar al pequeño en todo momento, y lo logra, sin lugar a dudas.
En esta trama es en donde la necesidad de mentir, se basa en el más puro deseo, en el de otorgarle a un hijo un vida libre de cualquier sufrimiento. Y por más que este análisis este apoyado en la infancia, ya que en ambas películas nos encontramos con los niños y su innata inocencia, el deseo de un padre, de que el hijo vivía rodeado de alegrías, perdura para toda vida.
Y es que el padre transforma de una manera tan ágil la consternación en una especie de metáfora.

Cuando el querer, ofrece las ganas para arriesgarse
Más allá de establecerse en el límite de lo que engloba a una convivencia directa con la guerra, es el mismo, el que se cruza para poder traslucir un juego limpio al pequeño que deje de lado cualquier genocidio que pueda ocurrir en alrededores.
Lo que permite que este crea aquella “fabula” no es solo la escasez de sabiduría, a causa de su corta edad, sino la fidelidad y confianza que le tiene al padre. Y es este último quien no solo demuestra una simple metodología, pero difícil de emplear para otro que no conlleve los mismos principios, o humorada.
Y es que no solo por querer al hijo, se aventuraba a la nada misma, sino porque la realidad que enfrentaban daba lugar. Lugar suprimido por cualquier impedimento que se le enfrente, ya que no iba a ser una opción el rendirse ante los ojos del pequeño.
Pero nada de esto hubiera sido posible si los roles eran contrarios, ya que el pertenecer al partido nazi, hacia ignorar cualquier actuación como la propia en la película La vida es bella.
Actuación digna de reconocimiento en donde los prejuicios no son implícitos a la óptica del niño, ni a la del mismo espectador, claro está en frases como: “Prohibida la entrada a perros y judíos.” Contrarrestada por el padre para que no se sienta ofendido el niño, diciendo: “Prohibida la entrada a arañas y visigodos.” Ya que he aquí nuevamente claro la manera en disminuir o suavizar la discriminación que se les hacía y no porque hagan algo malo, sino porque los ideales del partido político que luego los envió al campo de exterminio, lo procuraba.
Si bien en la aventura a la que se encaminaba el padre de Josué era posible que ocurran sacrificios, el desenlace atroz que lo deja sin vida, pero con un final de la guerra, y el niño viendo el tanque que el padre tanto le había prometido, el que lo acercó mismo después a los brazos de la madre, es lo que da alegría de que lo que aquel padre tanto pretendía, se había cumplido. Dicho final da lugar al comienzo donde se puede hacer hincapié en la afirmación del locutor, que sin lugar a dudas, no solo da un pensamiento previo, sino que luego invita a afirmarlo, dando por sentado cada palabra.

Conclusión.

Por más cruel realidad que exista, no modifica a la infancia.

Si bien ambas películas, tratan sobre una misma desgracia, como la es la del Holocausto, es recién cuando dada toda la información y expresado el punto al que quisimos llegar, se puede inferir y usar el afán por interiorizar a lector para hacernos buscar un punto de razonamiento en común.

Y es que, la inocencia de los niños, y el interés de los padres por no hacerlos sufrir en lo más mínimo, más allá de que haya pasado el tiempo, se puede catalogar como un fin deseado por la mayoría.
Lo que nos deja esto, es las ganas de una permanencia en la ingenuidad, pero no por el gusto a la ignorancia, o escases de sabiduría, sino porque nada se ve con ojos más humildes ni alejados de prejuicios como los de dicho periodo.
Y los padres, quienes resultan ser autores del cuento de fantasías, más allá de que no permitan generalizarlo, porque como en todas las áreas, existen excepciones, son fundamentales para determinar con qué calidad vamos a poder disfrutar.
Es decir, que la sabia vista de unos sobre alguna temática no siempre es la óptica clara de otros.

Lo que da un sabor amargo, es como los directores son capaces de transmitir aquella matanza con tanta sutileza que la hace digna de reconocimiento.
Si bien a los ojos de un adolescente dicha ingenuidad puede catalogarse como propicia o innecesaria, está en los ojos de los sabios, y en la mente de los que aprenden, la manera que realmente merece de ser tratada etapa tan significativa de nuestra vida…


ÍNDICE.
1. Introducción………………………………………………………... Pág. 3
2. Sinopsis informativa…………………………….……………….… Pág. 4
3. Simetría en las películas “El niño con el pijama a rayas” y “La vida es bella.”………………………………………………………………... Pág. 5
4. 1. “El niño con el pijama a rayas” Una historia, dos caras...…….. Pág. 8
4.2. La guerra y la infancia…………………………….…………... Pág. 10
5. 1. “La vida es bella” Una religión, saboteada a la fuerza………... Pág. 11
5.2. De la vida, al juego……………………………………………. Pág. 12
5.3. Cuando el querer, ofrece las ganas para arriesgarse………. Pág. 13
6. 1. Conclusión………………………………………………………..
6.2 Por más cruel realidad que exista, no modifica a la infancia…Pág. 14.

Bibliografía.
http://www.paralibros.com/passim/p20-bio/bd2039sg.htm
http://www.ushmm.org/
Películas:
El niño con el pijama a rayas.
La vida es bella.
SINOPSIS.
http://www.filmaffinity.com/es/film594480.html
http://www.filmaffinity.com/es/film728544.html

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